De pie, con los brazos colgados y las pupilas clavadas en el horizonte. Con el motor del coche en marcha, la puerta abierta y la radio encendida. Sonaba Blowin’ in the wind de Dylan.
El patio de mi casa
Subida a una banqueta, frente a ti, me enseñaste que había también que peinarse cuidadosa las cejas, y que la colonia debía rociarse detrás de las orejas y sobre las muñecas.
Ruido
Zumbido. Te veo pero no te miro, te oigo pero no te escucho, te toco pero no te siento. Estoy a miles de kilómetros de distancia.
El síndrome del espejo
Unos maquillan los objetos con la imaginación, otros los embrutecen con miradas rudas, incrédulas o desconfiadas, y otros distorsionan los cuerpos por una impresión irracional….
El chachachá del tren
Vagones atestados de hormigas rumbo a su quehacer. Se palpan, se respiran, algunos se mezclan y otros se esquivan. Sobresalen hombres trajeados y mujeres con carmín, ataviados con carteras…