Bailando entre ascensores

Jugabais en aquel tiempo a un ascensor que subía al cielo. Tentabais el paraíso, descubriendo secretos, compartiendo pecados, saciando una sed recíproca.

Léeme un cuento al despertar

Solo después, os halláis el uno frente al otro, desnudos, entre palabras confesadas e inquietudes compartidas. Una ventana sin persianas deja paso al sol y la luz no induce al sueño. Dos extraños compartiendo un colchón desde el que se resisten a despertar.

Ahogando las ganas de primavera en el café

Los primeros cuerpos se estiran en los parques. Las películas se mudan al autocine. Se emplazan las primeras terrazas sobre las aceras y el recogimiento de las tardes de invierno evoluciona a las primeras tardes desvestidas y agitadas.

Cruce de vías

De pie, con los brazos colgados y las pupilas clavadas en el horizonte. Con el motor del coche en marcha, la puerta abierta y la radio encendida. Sonaba Blowin’ in the wind de Dylan.

Ruido

Zumbido. Te veo pero no te miro, te oigo pero no te escucho, te toco pero no te siento. Estoy a miles de kilómetros de distancia.