Alimentando la piedra de mi zapato

Me dueles, me pinchas

Y cuanto más me escueces

Menos me retuerces

Me doblegas la postura,

Me arrugas la tersura

Pero yo sigo sin perder la compostura

Me asaltas el brío

Y me induces al hastío

Pero yo sigo esperando ansiosa el estío

Me balanceas

Me mareas

Pero me he acostumbrado a tu balanceo

He aprendido a bailar en medio del traqueteo

Me tropiezas

Me carneas

Y te convierto en poleas

Me desnivelas

Me forcejeas

Pero resucito en el vaivén de tus mareas

Me peleas

Y me cabreas

Pero te padezco sin perder la sesera

Me vacilas los principios

Y quieres que pierda los equilibrios

Pero yo sigo batallando el poder de tu fastidio