Nunca he sabido atarme los zapatos. Cuando era pequeña aprendí a sujetarme los cordones de las botas de una forma diferente, con otro tipo de nudo, con mi propio lazo.
Categoría: Reflexiones mundanas
Robótica
El andar se vuelve balado y sin rumbo. Solo es una máquina que va agotando el día con artes mecánicas y desprovistas de inteligencia.
El síndrome del espejo
Unos maquillan los objetos con la imaginación, otros los embrutecen con miradas rudas, incrédulas o desconfiadas, y otros distorsionan los cuerpos por una impresión irracional….
El chachachá del tren
Vagones atestados de hormigas rumbo a su quehacer. Se palpan, se respiran, algunos se mezclan y otros se esquivan. Sobresalen hombres trajeados y mujeres con carmín, ataviados con carteras…